El evento más grande de videojuegos que todos los amantes de esta industria aguardamos ansiosamente cada año, celebró su vigésima edición del 14 al 18 de junio. Como en cada versión, las compañías de mayor peso se dieron cita en sus respectivas conferencias para mostrar a los afortunados presentes –y a los simples mortales que observamos desde la comodidad de nuestros hogares–, el catálogo de productos que habrán de brindarnos cientos de horas de entretenimiento cuando finalmente lleguen a nuestras manos. Sin embargo, al dejar de lado el hype que provocaron ciertos anuncios a lo largo de las actividades, es posible apreciar algunos elementos cuestionables que se han vuelto muy comunes de un tiempo a la fecha. Uno de ellos, es la falta de exclusivas que poseen tanto Xbox como PlayStation.
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Sí, todos sentimos gran emoción ante el gameplay de Halo 5: Guardians y el primer vistazo a Gears 4; así como enorme cursiosidad por ReCore, nueva propiedad intelectual de Keiji Inafune. También nos regocijamos al mirar cómo el mito de The Last Guardian revivía después de tantos años sepultado en el misterio; a la vez que Guerrilla Games sorprendía con Horizon: Zero Dawn y Media Molecule hacía lo propio con Dreams; y claro, presenciar a Nathan Drake una vez más en Uncharted 4: A Thief’s End fue un algo impresionante pero… ¿en verdad es todo lo que ambas compañías pueden ofrecer individualmente?
¿Podrán estos títulos
convertirse en nuevas
franquicias para Xbox
y PlayStation?
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De no ser por esa pequeña cantidad de títulos, Xbox One y PlayStation 4 estarían repletos de exclusivas temporales, juegos multiconsola (algunos incluso de pasada generación) y remakes; lo que ha caracterizado a ambas plataformas desde su lanzamiento, provocando que éstas aun no logren forjar un catálogo sólido que permita diferenciarlas entre sí. Añadamos a lo anterior el hecho de que, a excepción de Halo 5, el resto de las exclusivas llegarán en 2016 (si es que las compañías no deciden retrasarlas más tiempo, como suele suceder).
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Caso aparte (y curioso) fue la presentación de Nintendo. Su Digital Event le ocasionó fuertes críticas a la casa de Mario por no mostrar un catálogo fuerte como en años anteriores. Por todos era sabido que no veríamos algo del nuevo The Legend of Zelda para Wii U o información sobre NX pero los fans deseaban mirar una carta sorpresa de esta compañía y, al no verlo cumplido, se sintieron estafados. Pese a todo, Star Fox Zero, Super Mario Maker, Xenoblade Chronicles X, Fatal Frame: Maiden of Black Water, Yoshi’s Woolly World, Mario & Luigi: Paper Jam y TLOZ: Tri Force Heroes; son ciertos títulos que serán lanzados en lo que resta del presente año.
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La gran “N”
buscará cerrar
el año del mejor modo
posible con títulos
como estos.
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En cuanto a lo presentado por third parties; Ubisoft, Electronic Arts y Square Enix también mostraron propuestas interesantes que causaron mucho agrado al momento de su develación. Mass Effect: Andromeda, Mirror’s Edge Catalyst, el increíble Star Wars Battlefront, South Park: The Fractured But Whole, tres títulos de la franquicia Tom Clancy’s (The Division, Rainbow Six Siege y Ghost Recon Wildlands), el sorprendente anuncio de la remasterización a Final Fantasy VII, Rise of the Tomb Raider, Deus Ex: Mankind Divided y Hitman fueron algunos de los nombres que brillaron entre la audiencia. Es imperativo recalcar la participación de Bethesda, con una gran conferencia y una lista de juegos como DOOM, Dishonored 2 y el que ya se postula como un serio candidato a juego del año Fallout 4, esta desarrolladora fue, sin duda, la más grata revelación del evento. Claro que no todo fueron buenas noticias ya que, nuevamente, la mayor parte de esta lista no verá la luz sino hasta 2016.
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Sin duda alguna, las
compañías third party
se llevaron el evento.
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Un evento de fuertes contrastes siempre resulta ser E3. Promesas de grandes títulos que algún lejano día por fin experimentaremos, poca innovación, pocas sorpresas –gracias a las filtraciones–, nostalgia por franquicias que han decidido volver y otras que se niegan a morir (o a reinventarse) y juegos independientes que se fortalecen a pasos agigantados conforme transcurre el tiempo. ¿Ganadores, perdedores? Resulta irrelevante esta pregunta cuando tenemos un panorama muy alentador en cuanto a juegos por estrenarse. Únicamente resta esperar a su llegada, y ver si cumplen con las expectativas generadas en torno a estos.
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